La bitacora

La bitacora es el registro de un viaje,la narración de los hechos reales acontecidos. Es la descripción de cada momento fantástico y común de este gran viaje que no sabemos cuando termina...

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domingo, noviembre 15, 2009

"Amigo, le mataron al hermano de Sanguina."
Así estaba escrito en el mensaje que me llegó hace unas horas. La memoria empezó a buscar en el pasado; hasta que derrepente me vino la imagen de mi ex compañera de colegio y a la vez la imagen de José, su hermano. No lo podía asimilar. Llamé al número y me atendió otra ex compañera, la que me comentó los hechos: habían matado a un hincha a la salida del estadio luego del clásico "cerro-olimpia", sobre Haedo y 14 de Mayo en un tiroteo. Ese era José, el hermano de Sanguina.
No lo pude creer, miles de cosas entraron en corto. Supuestamente estoy en un país democrático, supuestamente estamos en época de paz, hay policías, está la montada, los militares. No puede pasar esto - decía mi cabeza, mi lógica - seguro debe estar grave nomas, no puede estar muerto, es muy joven. No puede pasar esto en mi país, continuaba incrédulo. Pero no estaba en lo cierto, los diarios confirmaron lo que había ocurrido, y no en el lejano oeste sino acá, mataron a un joven de 21 años de un tiro en la cabeza. Aún no lo podía creer, me vino a la mente la campaña por la paz, la cinta blanca por los autos y en los pechos, toda la concienciación que se estuvo realizando en estos días; no sirvió de nada. Lentamente lo fui asimilando, pero seguía perplejo. Recordé que un ilustre senador de la nación (no merece ir en mayúscula) propuso una ley para la libre portación de armas de fuego, violencia. A la vez recordé a Fidel Zavala, violencia. Recordé la toma de tierra por parte de campesinos armados y las proclamas de Elvio Benítez (pseudo campesino sin tierra), más violencia. Y se llenó mi cabeza de sucesos. Estamos llenos de violencia y aún así, igual que este senador tenemos la hipocresía de llevar una cinta blanca al pecho. Acá en este país, lastimosamente ocurre en este país. Y somos nosotros los culpables.
Ya es hora de ponernos al servicio de la paz, de hacer un mea culpa y darnos cuenta de que es en NUESTRO PAÍS en el que están ocurriendo estas cosas. Y si somos un tanto patriotas y coherentes nos daremos cuenta de que depende de nosotros: Los Paraguayos.
Espero que no tengan que llorar junto a un amigo, como lo hago yo el día de hoy. O peor aún, tengan que llorar la partida de un hermano para poder darse cuenta de que es hora de levantarse PARAGUAY, es hora de que nosotros: EL PUEBLO nos hagamos responsables. Se lo debemos a José, a sus padres, a sus hermanos, a nuestros hermanos...al Paraguay.
Aún podemos cambiar, ya han ocurrido las desgracias, pero nunca es tarde para cambiar. Aún podemos llegar a vivir en paz, tal vez nuestros hijos. Aún tenemos esperanza, esa esperanza que se la quitaron a José por un simple partido de fútbol. Lastimosamente él ya no podrá más que descansar en paz y esperar la justicia divina, debido a nuestra hipocresía y a nuestras faltas como "seres humanos " irresponsables.
MI SENTIDO PÉSAME A LA FAMILIA SANGUINA-CACERES. QUE EL DIOS DE LOS HOMBRES TRAIGA RESIGNACIÓN A SUS CORAZONES AFLIGIDOS. QUE DESCANSES EN PAZ, JOSÉ.


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